UNA DEMOCRACIA DISTINTA
Estamos viviendo un periodo terrible de la
humanidad, sobre todo, en lo que concierne a la conducta y los pensamientos del
ser humano. Lo considero peor que las catástrofes naturales, ya que como
estamos actuando propiciamos muchas de los fenómenos naturales que traen
consigo efectos devastadores.
En la etapa primitiva del hombre la
función de cada uno en su tribu estaba bien estructurada y existía la jerarquía
y el respeto a los ancianos. El sistema imperante en las sociedades primitivas
e incluso en algunas comunidades indígenas de África y América del Sur, eran
mas democráticas que muchas de las actuales democracias.
Las primeras Democracias presentaban
múltiples defectos ya que existían los esclavos y las limitaciones electorales
para las mujeres. A mediados del Siglo XVII se constituyó en América un Sistema
de Gobierno llamado Haudenosaunee que fue el segundo, después de Islandia, que
se regía por una constitución, en este caso, con 117 artículos. Si bien
restringía el poder de los Gobernantes, limitaba algunos derechos a hombres y
mujeres.
A través del tiempo algunas democracias se
han ido perfeccionando, otras se mantienen estáticas, ajenas a los nuevos
tiempos, pero desgraciadamente otras están regresando al estilo ateniense del
Siglo VI antes de Cristo.
Me
gustaría una Democracia donde el ciudadano, sin importar ideas políticas,
identidad de géneros, razas, status social, tenga plena participación en
aquellos asuntos que les pueda afectar. Las decisiones gubernamentales sobre
aspectos relacionados con la Seguridad Social, Educación, Cultura,
Construcción, Transporte, Deportes y otros, que se desarrollan o se vayan a
desarrollar en determinada Ciudad, Municipio, Provincia y País, sean aprobados
por sus ciudadanos, según el nivel que corresponda, a través del voto. Una
Democracia donde los medios de comunicación no puedan ser manipulados por
Partidos Políticos, Empresarios, Países o personas influyentes. Es muy
importante que los ciudadanos tengan derecho a la educación, salud y deportes,
totalmente gratis. Es necesario que los presupuestos sean llevados a votación y
que en ellos se contemple un presupuesto para la Jubilación. Los ancianos han
llevado una vida de trabajo, pero también de muchos acontecimientos que han
incididos en sus vidas y es lógico que sus últimos años de vida no estén con la
preocupación de que si no hay dineros para las pensiones, que si peligra la
edad de jubilación o que no se pudo aumentar la pensión anual por falta de
dinero. ¡Eso es inconcebible! Se puede afectar el dinero destinado a ayudas a
otros países, el dinero destinado a la Monarquía (en aquellos países donde
exista) y a los gastos de los políticos, independiente a los sueldos que
devenguen. Los salarios de los políticos deben ser regidos por el Consejo de Ministros y ser el único
Órgano que lo pueda implantar, modificar o eliminar. Los sueldos vitalicios
para los políticos, de cualquier nivel, deben ser abolidos y cobrar, si tiene
la edad requerida, como jubilado. Teniendo en cuenta que hay países con una
gran cantidad de Ministros, como India (56), Sri Lanka (49), Argelia, (33)
Venezuela (29), para solo nombrar algunos, si cobran como promedio 70 mil euros
harían un total de mas de un millón de euros. ¿Se imaginan lo que un País gasta
en todos sus políticos? El sueldo devengado por un político, no debe ser un
estímulo para fungir como tal sino, una retribución por su trabajado, como
cualquier trabajador. El Político tiene que ser aquel cuyos intereses sea el
bien del País, antes que su propio bien.
Las
leyes sancionadoras de delitos de corrupción, prevaricación, robo y todo
aquello que sea contrario a las normas de confiabilidad, respeto y honestidad
de cualquier funcionario, deben ser extremadamente duras y según el caso, sin
que prescriba y deben tener la aprobación de los ciudadanos con sus respectivas
opiniones.
Tenemos
que mejorar la Democracia, porque de lo contrario será barrida por aquellos que
propugnan un Sistema ideal superior que no es mas que un totalitarismo
disfrazado de Democracia.
Autor:
Pedro Celestino Fernandez Arregui