Traductor

lunes, 4 de febrero de 2019

Los Presidentes





                                        LOS PRESIDENTES

  Los Jefes de Estados tienen una labor ardua, compleja, responsable y ejemplarizante. ¡Se supone!  Sin embargo, son personas normales como usted, como yo, pero que tienen virtudes que los capacita para ser presidentes de una nación.

  El presidente de un país tiene poder y ese poder debe usarlo para el beneficio del pueblo que lo eligió. No es libre porque está sujeto a cientos de normas protocolares, de seguridad, morales, etc. Si lo pensamos bien, no es fácil el cargo de presidente de un país. ¿Por qué hay presidentes que se aferran tanto a su cargo? ¿Por qué hay algunos que hasta violan las leyes establecidas en su país para perpetuar su cargo? ¿Por qué usan todo tipo de artimañas para permanecer en el poder en contra de la voluntad de su pueblo? ¿Por qué son capaces de convertirse en tiranos? ¿Por qué siendo un cargo tan difícil, complicado y peligroso quieren seguir siendo presidentes?

 Todas estas preguntas tienen distintas respuestas según como lo miremos y depende quien lo analice, pero en mi opinión detrás de estos individuos existe una ambición personal que puede ser, sentirse poderoso, enriquecerse, sobresalir por encima de todo el pueblo, sentirse importante, gustarle ser venerado, que le rindan pleitesía, que lo obedezcan hasta los mas importantes personajes. ¿En realidad trabajan para el pueblo que lo llevó al poder?

  Un Jefe de Estado está rodeado de un entramado enorme que son los que llevan en realidad las tareas de gobernar. Sin embargo, puede decidir y puede aportar ideas y eso, les gusta.

  Otros tratan, y a veces lo logran, de llegar a la cúpula del Gobierno para enriquecerse o para lograr privilegios que sólo él puede disfrutar. De éstos últimos, está lleno el Planeta y son los mas renuentes a abandonar el poder.

 Siempre, en la oscuridad, hay una luz. Existen ejemplos de presidentes honestos y entregados por completo a sus respectivos países. Muy pocos, yo diría que solamente, dos. Sushil Koirala de Nepal y José Mujica de Uruguay. Sushil Koirala no tiene absolutamente nada. No tiene ninguna propiedad y solo tiene el sueldo que gana mensualmente y lo tiene consigo hasta que lo gaste porque no tiene ni cuenta bancaria. El presidente de Uruguay vive en su pequeña parcela, tiene un viejo auto y dona el 87 % de su salario a la construcción de viviendas para pobres.

 Por eso no hay que dejarse engañar por discursos bonitos y llenos de patriotismos. Hay que analizar las conductas de los candidatos, su honestidad y su sentir verdadero por el pueblo, sintiendo como propio sus problemas y no importarle secarle el sudor a un trabajador ni cambiar el pañal a un bebé de una madre pobre, sin cámaras ni periodistas. Quien no sufre como estudiante, obrero o enfermo no sabrá el remedio para curar sus males. Quien no ha sentido el sufrimiento de un anciano, un niño o una madre, no sabrá cómo protegerlos para que no sufran.



Autor: Pedro Celestino Fernández Arregui

No hay comentarios:

Publicar un comentario